Las horas previas al último partido de la fase de grupos de la Copa del Mundo estuvieron llenas de suspicacias.
Porque Inglaterra y Bélgica definían el Grupo G para ubicarse dentro de los octavos de final, sabiendo cómo podría continuar su historia: con un rival más débil en la siguiente ronda pero mucho más difícil a partir de cuartos, o más complejo primero y luego “accesible”.
La cuestión es que el rival de Colombia sería el equipo perdedor. Pero, al mirar más allá, aparecían equipos de menor orden como Suecia y Suiza. Así, se sospechará que ninguno de los dos hizo demasiado por ganar el encuentro, pero quien se impuso en el resultado fue Bélgica, lo que daría esta “ventaja” a los Three Lions.
La desigualdad es realmente enorme: del lado izquierdo, cuatro equipos que se reparten en total 10 Mundiales ganados; del lado derecho, apenas dos conjuntos que ganaron una vez cada uno el máximo trofeo. Pasando en limpio, en una parte quedaron Uruguay (dos títulos), Francia (un título), Argentina (dos títulos) y Brasil (cinco títulos), mientras que en la otra solo quedan España e Inglaterra.
En cuanto a lo hecho en lo que va de la competencia, en el lado “de la muerte” están dos de los tres equipos con puntaje ideal (Bélgica y Uruguay), además de los dos que finalizaron con siete puntos (Francia y Brasil); en el sector opuesto, Croacia obtuvo los nueve puntos en disputa y luego aparecen, con seis unidades, Rusia, Inglaterra y Suecia.
Y a la hora de hacer foco en nombres propios, la diferencia también es avasallante: Cristiano Ronaldo enfrentará a Luis Suárez y Edinson Cavani, Leo Messi y el Kun Agu¨ero a Antoine Griezmann y Paul Pogba, Neymar y Coutinho a Hirving Lozano y Chicharito Hernández y Eden Hazard y Romelu Lukaku a Shinji Kagawa; del otro lado solamente se podría identificar como grandes figuras a Andrés Iniesta, Isco, Luka Modric, Ivan Rakitic, James Rodríguez, Radamel Falcao, Harry Kane o Xherdan Shaqiri, ya que ni Rusia, ni Dinamarca ni Suecia parecen tener una figura rutilante.
Así las cosas, hay dos opciones: que el campeón sea el mejor de esos ocho que batallarán entre sí, o que justamente quien termine siendo el finalista por el lado más complejo llegue absolutamente desgastado y su rival se aproveche. ¿La respuesta? El domingo 15 de julio en Moscú.
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