Antonio Utate: Una vida en educación y una mala jugada del destino

Mauricio Toribio
Es lamentable que luego de más de 45 años educando con calidad, enseñando valores éticos y morales, no solo al estudiantado, sino a los padres, madres y hasta personal docente.  Que se haya entregado en cuerpo y alma a la educación, cuya única fortuna acumulada haya sido un legado de miles de profesionales serios y honestos en las diferentes ramas del saber, que hoy sirven y ponen en alto a la República Dominicana, el profesor Antonio Utate no cuente con un seguro médico que le permita tratar sus condiciones precarias de salud, así como tampoco del respaldo del Ministerio de Educación, de algún gremio educativo, así como de ninguna de las autoridades políticas, gubernamentales o empresariales, que hoy se nutren y se benefician de esos profesionales que surgieron gracias a las buenas enseñanzas de este grandioso educador mocano.

“Enseñar  es un trabajo bellísimo y de gran responsabilidad", responsabilidad que con tenacidad y sacrificando su salud y la de los suyos, mantuvo por casi cinco décadas el profesor Utate quien impartió docencia desde la primaria, intermedia, secundaria, universitaria y maestro de maestro, todo un legado de servicios a favor de la educación y el fortalecimiento socio cultural de la familia dominicana, lo que le  ha traído como consecuencia un infarto al miocardio, la amputación de una de sus extremidades inferiores, hipertensión, diabetes, entre otras y para colmo de males, la suspensión de su seguro de salud, la cual paradójicamente perdió realizando uno de los trabajos mas nobles y enriquecedores de toda noción, la EDUCACION.

Esto nos deja como lección que no vale la pena el sacrificio.  Que aquel que no sigue las directrices del poder, aunque este vaya en detrimento de la sociedad en sentido general y en favor de un grupito como lo estamos viendo y viviendo,  esta jodío.  Políticos, funcionarios y profesionales entre comillas, que solo por lisonjear, tumbar polvo o pertenecer a un partido de gobierno, cobran altísimos salarios, gozan de grandes favores y beneficios económicos y sociales.  Tarjetas de representación, seguros médicos para el y sus familiares, nacionales e internacionales y luego de cuatro años y avecés un poquito mas, se pensionan con grandes sumas de dinero, llevándose con su pensión muchos de esos beneficios.    

Mientras que un maestro de maestro, un educador de alta gama, cuya única creencia consistía en educar y educar con principios y moral como Antonio Utate, hoy tengas que acudir a los medios de comunicación a pedir el favor de sus ex alumnos y amistades, no para que le den, sino para que le colaboren con la impresión de unos libros, que al mismo tiempo servirán y contribuirán con la enseñanza y el nacimiento de mejores hijos, padres, madres, para mejorar la sociedad, se pueda ganar algunos pesos para poder cubrir parte de su costoso tratamiento médico, cuando el Ministerio de Educación, que gasta tantos recursos económicos en muchas cosas innecesaria, podría patrocinarles esas publicaciones y tomarlas como base para la enseñanza en los centros docentes del país, por solo mencionar un caso.

Es lamentable que valoremos mas a un funcionario incapaz y corrupto por solo citar un caso, que con su solo accionar perjudica a cientos de familias, que a un buen educador, que busca con sus enseñanzas, el nacimiento de una mejor sociedad, mas justa, equitativa y en igualdad de condiciones para todos.