Por MANUEL TEJADA
Como un gran logro el Ministerio de Educación anuncia que ha llegado a un acuerdo con 119 colegios para inscribir a estudiantes dominicanos que no obtuvieron cupo en las escuelas públicas de su correspondiente comunidad, con una inversión inicial de mas de 140 millones de pesos.
Esta situación se presenta porque los hijos de nacionales haitianos documentados o no, están ocupado en las entidades educativas el lugar que le corresponde a los estudiantes dominicanos, según el ministro de educación los extranjeros representan un 7% mientras el senador Antonio Marte denunció que son un 12%, esta última cifra aún es baja tomando en cuenta que en el país, la población haitiana supera el 25%, además, cuando una familia dominicana tiene en promedio tres hijos, una haitiana promedia seis.
Tan grave es lo que está sucediendo que el Ministerio tuvo que crear el Programa de Sobrepoblación Escolar para buscar una solución que como siempre, si se trata de haitianos, terminamos perjudicados los dominicanos y el presupuesto de la nación.
El Estado dominicano debe ser solidario con nuestros vecinos en ese sentido, tomando en cuenta que la educación es un derecho del que no se debe privar a ningún niño sin importar la nacionalidad, pero, se debe satisfacer primero a los criollos y luego a los demás. Quienes hemos viajado por avión de seguro recordamos la azafata decir: “por favor colocarse su máscara antes a ayudar a los demás”, ahí les dejo esa moraleja.
Los nacionales haitianos nos remplazaron en el campo con la mano de obra agrícola, en los trabajos de construcción, en las salas de maternidad de las principales ciudades del país, en las ventas callejeras (coco, jugo de naranja, dulces, etc.); en los polos turísticos y en el transporte público les falta poco. ¡Ahora van por la educación!
Indiferencia
No he visto ninguna organización “sin fines de lucro” preocupada por esta situación que padece el Estado dominicano o pidiendo a la comunidad internacional ayuda para afrontarla, como lo hacen cuando a un haitiano le pica un sancudo.
¿Hasta cuándo permitiremos que nuestros gobernantes sigan sordos ciegos y mudos ante el atropello a nuestra identidad, a nuestra soberanía nacional; complaciendo la voluntad extrajera y no la de sus conciudadanos? ¿hasta cuándo seremos David?
Recordemos que el cáncer atendido a tiempo tiene remedio, el que padece la República Dominicana está descubierto, comenzó en la frontera y está haciendo metástasis en toda la geografía nacional; El presidente de la república tiene la oncología en sus manos y debe actuar para erradicarlo y evitar que el pueblo se tome el hospital a la fuerza.
Lo que está pasando con la educación es el colmo. ¿qué falta para actuar con responsabilidad como estado?
jpm-am
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