lunes, 13 de agosto de 2018

El mercado de las pulgas en Moca, suple de ropas usadas de marcas a sectores pobres y de clase media

Por Luis Ramón López
MOCA.-Un buen ahorro para las familias de escasos recursos de los barrios y zonas suburbanas, de este municipio, constituye el mercado de Las pulgas, frente al parque de zona franca, que oferta ropas de marcas reconocidas de segunda mano para toda la familia, a precios accesibles y bajos

Este criticado negocio, que se ha convertido en “la tienda fashion de los pobres”, es un llene cada viernes, también de persona de clase media y trabajadores del complejo fabril, que al salir de una semana de duro trabajo, pasan por los escaparates de venta para comprar la ropa de los miembros de la casa y las van a lucir el fin de semana.
Estos pequeños negocios, que empiezan sus operaciones a la 6:00 de la mañana hasta las 5:30 de la tarde, propiedad de comerciantes haitianos, que residen en el municipio de Moca, venden ropas de marcas a 100 pesos las camisas sin importar el diseñador, pantalones a 150 pesos, panties, bermudas, blusas, suters, zapatos, sandalias, tenis y otras marcas de mercancías.
Esta actividad comercial, que está en la parte baja de la ciudad, en unos terrenos frente al complejo de zona franca, al cruzar la calle central, cuenta con más 20 pequeños estantes o escaparates, que ofrecen a los usuales compradores una diversidad de marcas y tipos de vestimentas a precios bajos.
Las pulgas de Moca, que se han multipicados por la demanda de las ropas usadas, en algunas zonas del casco urbano, los domingos también están operando en los alrededores de los mercados y en algunas calles del centro urbano, a los que acuden muchas familias compradoras.
A estos lugares llegan clientes en buscan de ropas de marcas como Lacoste, Calvin Klein, D&G, Converse, Tommy Hilfiguer, Armani, DKNY, Lee, Puma, entre otras tendencias de la moda, que puede adquir a precios imaginables y que no se consiguen en las tiendas, que luego se lavan, planchan y quedan como nuevas.
Madres y padres de familias que van de compra a la fashion de los pobres, diseminadas los fines de semanas en distintos puntos de la ciudad de Moca, expresaron que esta actividad ha venido a llenar un gran vacio, ya que con poco dinero se puede vestir la familia.
MERCADOS DE LAS PULGAS UNA NECESIDAD
Coinciden en que el mercado de Las pulgas, se ha convertido en una necesidad para vestir y andar limpio, donde la familia de escasos recursos se compra ropas usadas de marcas y diseñadores famosos.
“Estos negocios y los que se encuentran en casas de familias y locales, llegaron para suplir este tipo de apuro humano, de vestir y ponerse una buena ropa con estilo, calidad y abajo precio”, expusieron los compradores consultados.
En los mercados de Las pulgas, la gente encuentra otros productos a buenos precios, de origen haitiano y frances como perfumes, jobones, pomadas para la piel y el pelo, pasta dental, shampoo, rinse y otras variedades de artículos de belleza y la salud.
Los mercados de Las pulgas, eran ante lugares donde la gente ponia en venta ropas que ya habia usado pasada de temporadas, utensilios y objetos del hogar que estaban ocupando espacio en la casa. Ahora es solo de ropas  usadas que mayormente los haitianos traen desde Haití o de Dajabón, provincia fronteriza.
Muchas de estas ropas usadas entran a territorio haitiano como donaciones de gobiernos y entidades no gubernamentales, que luego las instituciones beneficiadas venden a comerciantes haitianos residentes en Moca y otras provincias del país, para vender en los mercados populares de Las pulgas.
También están los negocios que vende pacas de ropas usadas que normalmente se importan desde los Estados Unidos, las cuales según los comerciantes no son convenientes su compra, ya que vienen con muchas ropas dañadas. Antes si eran buenas llegaban bien mezcladas, bien equilibrada, pero que ahora aducen los fardos son engañosos.
Los mercados de pulgas surgieron en la Edad Media, cuando los nobles entregaban sus ropas viejas a los pobres. Hoy en días los mercados de pulgas son mercados ambulantes al aire libre, en los que se encuentran cosas viejas, usadas y antigüedades a bajos costos.
La historia quiso que un buscador de gangas desconocido, mientras contemplaba los escaparates de chatarra y viejos harapos, gritara: «doy mi palabra de que es un mercado de pulgas», eso quería decir que la mercancía que se vendía era cuanto menos dudosa y que la ropa vieja que revendían los traperos, probablemente se vendía con «pulgas incluidas». Pero fueron sobre todo los vendedores de postales, los que permitieron a este nombre pasar a la historia.

No hay comentarios: