Por Mauricio Toribio
Moca.- El Director Nacional de la Escuela de Padres y Madres
de la Dirección Nacional de Participación Comunitaria del MINERD, licenciado
Antonio Utate, está siendo ponderado, como uno de los más grandes maestros de
la historia mocana, por los aportes que por décadas ha dado y continua
desarrollando en la educación.
Con su innata capacidad de comunicar, transmitir y llegar a el
público, lo consagran como un verdadero revolucionario, transformando la
conciencia de un importante número de estudiantes que hoy agradecen con
orgullo, las sabias orientaciones que le diera.
Interpretando fielmente los anhelos del presidente de la república,
licenciado Danilo Medina, así como también de los licenciados Carlos Amarante
Baret, Ministro de Educación y el maestro Bienvenido Flores, director de Participación
Comunitaria, ha logrado importantes ejecutorias a favor del estudiantado
nacional, los que se encaminar hacia un mejo futuro.
Uno de sus mayores logros ha sido lograr la integración de
los padres de alumnos, a través de las APMAE, para que trabajen de forma
directa con la educación de sus hijos, logrando así una significativa mejora tanto
en calidad como en rendimiento de estudio del universo de jóvenes que componen
las escuelas públicas del país.
Su abnegación y entrega a la procreación de nuevos valores
desde el Ministerio de Educación, lo ha llevado a sacrificar una gran parte de
su tiempo de descanso a la escritura de importantes libros, orientados al
enriquecimiento, formación de valores y el apoyo a los nuevos líderes que
surjan de esta revolución educativa que se está ejecutando en nuestro país, los
que prontos verán luz.
Como todo buen pastor, el maestro Antonio Utate, dirige de
forma responsable su rebaño de estudiantes, de padres y madres amigos de la
escuela y entidades afines que colaboran con la calidad de los escolares, por
el verdadero sendero de la felicidad, el progreso y la equidad que solo se
consigue con una buena educación.
El pueblo mocano y el país ponderan y miran con beneplácito el
grandioso trabajo de este funcionario incorruptible e incansable, que los años
no han podido amilanar, dejando a un lado su propia familia para trabajar con
la familia dominicana en la búsqueda de un mejor porvenir.
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