Inspírate
con tu propósito
Cada día, cuando te
despiertes, pregúntate: “¿Quién soy yo?” “¿A quién pertenezco?” “¿Cuál es mi
propósito en la vida?” Entonces cada
mañana te reconocerás a ti mismo como un alma, un ser espiritual y un hijo de
Dios, el amoroso ser supremo. Ten la meta de celebrar este hecho y ayudar a los
demás a llegar a la misma comprensión y experiencia. Esto hará que te sientas energetizado.
Inspírate con las virtudes
En lo profundo de tu interior, posees todas las
fortalezas y virtudes que puedas llegar a necesitar en la vida. Reflexiona
durante unos momentos, dirígete a ese espacio interior de fortaleza y paz,
selecciona la cualidad en particular que necesites, y haz que se manifieste.
Mediante la energía de un pensamiento determinado, permite que se exprese en
formas prácticas hoy mismo.
Inspírate contigo mismo
Recuerda que eres un ser único, que ha recibido el
regalo de cualidades especiales; recuérdate todo lo que ya has conseguido.
Siendo consciente de ti mismo como un ser espiritual pacífico, experimenta tu
propio potencial para interpretar el rol que has recibido en la gran obra de la
vida. Respétate a ti mismo, así tu confianza incrementará y verás que
encuentras el coraje para seguir avanzando.
Inspírate con los demás
Sin impresionarte en exceso por los demás, observa
a las grandes almas desde una distancia e identifica qué cualidades que poseen
te gustaría adoptar en tu vida. Incluso si alguien no te impresiona, desde la
misma distancia, también obsérvales y después, con un corazón generoso,
identifica también su fortaleza especial – cada ser espiritual tiene una
fortaleza particular que es admirable. Esa generosidad te proporcionará un
corazón feliz.
Inspírate con la naturaleza
Tómate un tiempo en medio de tu apretado horario y
las preocupaciones mundanas, para considerar el mundo de los elementos. Uno no
puede sino inspirarse con la belleza y majestuosidad de la naturaleza – desde
la fragante delicadeza de los pétalos de las flores, de una diminuta semilla o
una nueva planta que brota hasta el inmenso poder del océano o del volcán
erupcionando. Cuando cooperamos con los elementos, nos damos cuenta de que la
naturaleza comparte su abundancia con nosotros; cuando desperdiciamos sus
recursos y maltratamos la tierra, puede que tengamos que afrontar las
consecuencias. Cooperemos con la naturaleza para crear una asociación pacífica
y productiva.....................Brahma Kumaris
No hay comentarios:
Publicar un comentario