Buenos Aires (EFE).- El mediático abogado Fernando Burlando, representante de Dalma y Giannina -hijas de Diego Armando Maradona- en el juicio por la muerte del astro argentino, aseguró que fue víctima de «un plan inhumano de resultado eficaz» y que «en cualquier hospital precario le hubieran salvado la vida».
«Fue asesinado», determinó el abogado, al detallar cómo fueron los últimos días de Maradona en una vivienda con asistencia médica privada a domicilio, en vez de ser atendido en un hospital.
«La internación domiciliaria fue una manera de condenarlo a muerte», insistió Burlando durante su alegato en el juicio que durará al menos cinco meses y contará con 92 testigos.
Los otros dos ejes probatorios del juicio serán la evidencia médica y los mensajes intercambiados por los siete imputados que trataron al futbolista durante sus últimos días de vida, entre el 12 de noviembre de 2020 y el día de su fallecimiento.
«Desafiaron todos los códigos éticos y desafiaron la ley», argumentó el abogado.
También expresó que fue «una conjunción diabólica» y que «tanta gente no se puede equivocar y empujar a la muerte a una persona de esta manera».
Según el abogado, si hubieran llevado a Maradona a una clínica «le salvaban la vida», pero «no querían hacerlo» porque «ese era su deseo, quitarle la vida».
El juicio comenzó alrededor de las 10:45 hora local (13:45 GTM) en el Tribunal de lo Criminal N°3 de San Isidro, con la presencia de los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, a cargo de la investigación.
Los acusados por homicidio simple con dolo eventual son el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicoanalista Carlos Díaz, la doctora y coordinadora de la empresa Swiss Medical, Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón.
También está acusada la enfermera Dahiana Madrid, quien solicitó un juicio por jurado y será juzgada en un proceso aparte, por lo que no esta presente en esta audiencia.
También está acusada la enfermera Dahiana Madrid, quien solicitó un juicio por jurado y será juzgada en un proceso aparte, por lo que no está presente en esta audiencia.
«Si hay responsabilidad penal en la muerte de Maradona, en todo caso deberán responder por ella Luque y Cosachov, y no quienes realizaban tareas administrativas o de gestoría en las empresas involucradas, ni los enfermeros», afirmó Nicolás Fernando D’Albora, abogado de la médica Nancy Forlini.
Diego Olmedo, defensor del psicólogo especialista en adicciones Carlos Diaz, alegó que su cliente no conocía ni Luque ni a Cosachov, por lo que es imposible hablar de una «asociación criminal» que lo involucre.
Entre tanto, a Leopoldo Luque, médico de cabecera de Maradona y principal imputado en la causa, se le acusa de no brindar una atención adecuada al paciente, ni realizarle seguimiento; evitar convocar a especialistas e ignorar y menospreciar los síntomas y signos compatibles con insuficiencia cardíaca.
Su abogada defensora, Mara Digiuni, aseguró que el médico siempre «actuó con responsabilidad» frente a la situación.
Dalma y Giannina, fruto del matrimonio entre el astro argentino y Claudia Villafañe, ingresaron al lugar sin dar declaraciones a la prensa. Poco antes había llegado Jana Maradona, nacida de una relación con Valeria Sabalain y reconocida solo en 2014 por el padre.
Este juicio, convertido en un gran acontecimiento en Argentina, juzga a siete profesionales de la salud y busca determinar si hubo responsabilidades en la muerte del que fuera uno de los grandes futbolistas de la historia.
Maradona murió a los 60 años por una insuficiencia respiratoria y paro cardíaco «en una situación de desamparo» y «librado a su suerte», de acuerdo a los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, a cargo de la investigación.
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