lunes, 6 de mayo de 2024

Los regalos no hablan: Excelente mensaje

 


Sentado a la entrada del granero, desgranaba mazorcas un campesino.

 Hasta ahí́ llegó su pequeño hijo y preguntó:


-        ¿"Tata,” le ayudo?


Sin levantar la vista el papá contestó con preguntas:


- ¿Ya hizo su tarea?


- "Sí, Tata".


- ¿Metió los chivos?


- "Sí, Tata".


- ¿Recogió los huevos?


- “Sí, Tata”, tres canastas…


- ¿Acarreó el agua?


- "Sí, Tata", llené tres baldes…


 - ¿Llevó la leña que corté a su mamá?


 - "Sí, Tata", dos viajes de burro…


- Está bueno, ándele pues, desgrane.


Sentado y en silencio el niño comenzó́ a desgranar. Casi terminaban y el pequeño preguntó:


- ¿Tata, me da permiso de hablar con usted?


- Claro "Mijo". ¿Para que soy bueno?


El niño le dijo con tristeza:


- "Tata" Es que mi amigo Remigio le regaló a su Tata una camisa linda…


- Mmm, ¿El que no ayuda en nada a sus Tatas?


- "Sí, Tata".


- Mmm, ¿Y luego?


- Mi amigo Jacinto le dio a su Tata un sombrero de piel negra, muy bonito…


- Mmm ¿El que no lleva tareas?


- "Sí, Tata", ese…


- Mmm, ¿Y luego?


- Toribio le regaló a su Tata unos zapatos de piel…


- Mmm, ¿El que lo agarraron robando huevos?


- ¡Sí “Tata” ese!


Y así́ el niño le fue diciendo lo que sus amigos habían comprado a sus papás.


Al final el papá preguntó:


- ¿Y cuál es su preocupación "Mijo"?


- Es que yo estuve juntando para darle un regalo a usted, pero al cruzar por el puente colgante, se me cayó al rio la bolsita con el dinero y pues, no tengo para su regalo…


- ¿Y eso le preocupa "Mijo"?


- "Sí, Tata", porque hoy es el día del Tata y yo quería darle a usted un regalo…


Aquel hombre de manos duras y piel tostada por el sol, se levantó́ el sombrero, rascándose un costado de la cabeza dijo:


- Despreocúpese "mijo", los regalos no hablan, no obedecen, no ayudan.

 Se desgastan y se tiran, yo no soy su "Tata" porque me dé un regalo.

 ¡No!,"Tata" lo soy porque lo tengo a usted.

 ¿Para qué quiero regalos?

 Yo le aseguro que todos esos "Tatas", quisieran tener un hijo así como usted, obediente, respetuoso, cariñoso.

 Pero no lo tienen, ¡lo tengo yo y es mío!

Y no lo tengo por un día.

 ¡Lo tengo por muchos años!

 ¿Para que quiero regalo de un día, si usted es mi mejor regalo?.


Aquel niño conmovido se acercó́ y lo abrazó. Empezó́ a llorar diciendo:


- “Tata, Tata… Gracias por ser mi Tata"…


- No “Mijito”, Gracias a usted por ser "Mijo"…


Los regalos no hablan.

Fuente: LK radio TV digital 

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