miércoles, 8 de marzo de 2023

Mis recuerdos de Julio Jaime Julia a 30 años de su muerte


Mauricio Toribio

Moca.- A 30 años de su partida hacia otro mundo, el Dr. Julio Jaime Julia, quien tuve el honor de tratarlo y conocerlo, sigue y seguirá siendo la figura cultural y de conocimientos históricos más emblemática y conocida de Moca, cuyos aportes traspasaron la frontera de la provincia Espaillat y la República Dominicana, llegando a otras naciones Latinoamérica como un día el me señalara.

SU TRATO:

Julia, era de trato afable y cordial, muy conversador y colaborador sobre todo con los estudiantes, quienes los visitaban con frecuencias para que ayudará a realizar alguna tarea de literatura o historia.

SUS ORGULLOS

Una  de su mayor satisfacción y orgullo estaban  encarnado en tres personas, cuya única diferencia en nombre, eran sus apellidos, estos eran José Rafael Vargas, José Rafael Lantigua y José Rafael Vásquez: los dos primeros, periodistas, escritores, ligados al mundo de la cultura y el tercero, reconocido pendolista, quien trabajó muchos años en la cancillería de la República.  Los tres fueron sus alumnos en los grupos y talleres culturales que realizaba.

Otra persona de la que se sentía muy orgulloso, fue del actual síndico de Moca, el Dr. Miguel Guarocuya Cabral, a la sazón Juez del Tribunal de Espaillat, quien participó en un curso de poesía latinoamericana, donde tuve el honor de conocerlo, ya que también participe de dicho evento que patrocinaba UTESA que en ese entonces sus oficinas funcionaban en la calle Colon. 

El Dr. Julia me contaba lo feliz que le hacía el hecho de que Guarocuya participara en el taller de poesía y los aportes que hacía.  

SOBREVIVENCIA

El Dr. Julio Jaime Julia a pesar de trabajar en el departamento de cultura del ayuntamiento mocano, entre otras actividades que le generaban ingresos, a menudo tenía que salir a vender sus libros para poder costearse algunas de sus necesidades de salud o por algún tipo de viaje que tenía que realizar, sobre todo a Santo Domingo muchas veces con fines investigativos, y como todo hombre de letras, lo monetario era solo para sobrevivir

UNA LEYENDA QUE SE VOLVIÓ REAL

Me contó de su gran deseo de terminar una cronología de Héctor Incháustegui Cabral, de la que estaba recopilando datos.  Sobre dicha obra pesaba un maleficio, ya que muchos colegas escritores había intentado hacer la publicación, pero todos fueron sorprendido por la muerte, entre ellos, si mal  no recuerdo, estaba Rodríguez  Demorizi.

Le sugerí, a partir de ese comentario, que desistiera de eso no vaya a ser que le pase lo mismo, y me contestó que no creía que el fuera a correr la misma suerte, y lamentablemente no vivió para contarlo, y un 7 de marzo de 1993 pierde la batalla por su vida, dejando uno de los mayores legados bibliográfico del país, con alrededor de 50 libros publicados y otros tantos en espera de que alguna persona o entidad los publiques.

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