Por PRENSA LATINA
Puerto Príncipe, 2 ene.- El presidente haitiano, Jovenel Moise, llamó al 2021 como año de la Constitución, las elecciones y la electricidad, en alusión a los grandes proyectos que tiene para el país.
A pesar de la pujante oposición que asegura debe abandonar el poder en febrero próximo, de acuerdo con interpretaciones de la carta magna, Moise insistió en los grandes desafíos que tiene la nación caribeña y la urgencia de modificar su ley fundamental.
La Constitución excluyó de los asuntos políticos a más de tres millones de haitianos por no vivir en el territorio nacional, mientras que alrededor del 40 por ciento del Producto Interno Bruto está sobre sus espaldas, dijo el mandatario este viernes durante la ceremonia a propósito del aniversario 217 de la independencia haitiana.
También destacó los conocimientos y habilidades con que cuenta la diáspora y su disposición para ayudar al país a allanar el camino en función del desarrollo y crecimiento económicos.
En medio de las críticas por un referéndum que no está previsto en la ley de leyes vigente, el jefe de Estado aseguró que la nueva Constitución preservará todas las garantías democráticas, y además de crear más armonía entre los tres poderes estatales, y debe ser simple, clara, de fácil aplicación, moderna y corresponder a la cultura nacional.
«La madre ley no ayuda a que el país tenga estabilidad. Desde el 29 de marzo de 1987 hasta hoy, tuve que ser el séptimo presidente del país, porque tenía que haber un nuevo presidente cada cinco años. Sin embargo, soy el decimonoveno presidente durante 33 años de constitución. Entonces algo anda mal», lamentó.
Moïse también criticó los problemas de gobernanza, y reiteró sus ataques a la oligarquía al asegurar que se sirve de la división en la esfera política y de la corrupción para evitar que el Estado sirva al pueblo.
Subrayó, además, que la decisiones en interés de los ciudadanos no cuentan con el beneplácito de los oligarcas que «continúan aprovechándose de la firma de contratos viles contra el pueblo, para no pagar impuestos al Estado, para alimentar vidas caras e inseguras, para destruir todas las instituciones públicas», aseveró.
De igual manera, urgió a la clase política a ponerse de acuerdo en un proyecto social que responda a las demandas de la mayoría y promueva la construcción de escuelas, centros de salud, hospitales, represas para abastecimiento de agua potable, entre otros.
Ningún sacrificio es demasiado grande para Haití, dejemos a un lado nuestro orgullo y nuestra gran ira para salvar al país, manifestó.
of-am
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