Por Dr. Miguel Guarocuya
Cabral
Se ha despedido del mundo
terrenal un ser humano de luces radiantes y perpetuas, don *Rubén Lulo Gitte*,
cuyos rayos perennes iluminarán por siempre las naturales sombras que en los
humanos subyacen.
Un munícipe que dió todo
de sí, su aliento y su esfuerzo en defensa de sus convencidos principios e
ideales de profundo arraigo mocano y de ciudadano solidario, a ese espíritu
identitario se adhirió siempre.
No amasó riquezas
materiales, las consideró efímeras, pero tuvo la más grande de todas: *el
amor*, el que transmitió a su familia y a su pueblo, y lo convirtió en su
estandarte de vida, parafraseando sin rencores y hasta la saciedad, el verso
bello del Nobel Tagore: «Soy como el sándalo, que perfuma el hacha del leñador
que lo hiere».
Que en Paz y Eternamente
Descanse imperecedero servidor y amigo, *hasta siempre!*
RUBÉN LULO
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