
Por el prof. Octavio García
Siempre hemos estado acostumbrados a escuchar hablar de
nombres sonoros, no solo en lo personal, sino en los negocios, en lo artístico,
en lo social, en lo religioso y aun en lo político, así mismo de otros que
pasan sin penas y sin glorias, que no dejan huellas, que no se dejan sentir, y
parafraseando aquel famoso poema: que pasarán por la vida sin saber que pasaron.
Efímeros en el espacio y el tiempo tras ningún legado que mostrar,
que terminan siendo figuras decorativas, sin espacio de honor y sin alcanzar más
resultados, que la de ser olvidado en el zafacón de la historia, porque no
dejaron huellas por donde la futura generación de mocanos, puedan transitar.
Desde tiempos muy atrás había escuchado hablar del máximo representante
político del Estado en una provincia, y se hablaba de un gobernador que para
muchos viene siendo, en algunos casos la excusa para que los sectores
beligerantes que reclaman ciertas demandas sociales encontraran un espacio para
su desahogo o una especie de muro de contención para limitar lo que en un
momento se podía considerar como un acto de desobediencia frente a los
intereses de quienes nos gobiernan en un momento dado.
Y en otro momento servía para canalizar dichas apetencias
ante el máximo representante del país, o sea, el jefe de Estado. Para algunos medios su función e importancia
no reviste tanta relevancia porque no tiene una autonomía para dirigir lo
destino de ese espacio geográfico, ya que carece de un presupuesto que permita la
realización de grandes obras en beneficio de sus habitantes.
Sin embargo creo que debemos decir y a la vez reconocer que
en el caso nuestro, la provincia Espaillat, en el momento actual contamos con
una excepción, con relación a lo dicho anteriormente, ya que tenemos un
gobernador diferente, que ha hablado con resultados verídicos.
Solo basta ver la cantidad de caminos vecinales reparados,
los puentes y canalización de importantes obras de infraestructuras o viales
que gestado, así como las casas de las personas humildes que ha reparado y
construido en su totalidad, que hoy pueden decir que tienen un techo producto
de las acciones que el representante del Poder Ejecutivo o gobernador como se
le quiera llamar, ha llevado a cabo.
Esto nos hace pensar que el licenciado Diloné Ovalles, es el
hombre ideal, el llamado a conducir los recursos que lleguen al cabildo de Moca,
por el camino del desarrollo de su municipio y sus comunitarios. Una persona enérgica en las palabras, pero
con una sensibilidad humana muy especial, que podría ser en el municipio, un
modelo a ser tomado en cuenta por los demás.
Para continuar con la transformación de nuestras zonas
urbanas y rurales a todos los niveles, entiéndase calle, contenes, un sistema urbanístico
modelo en la posibilidad de los casos con la experiencia a exportar. De seguro que eso va a ser así, porque él es
un alumno de la misma escuela que salió el actual presidente de la república, licenciado
Danilo Medina, que hoy es considerado, el mandatario mejor valorado de toda América
Latina.
Y de un Ministro de Educación que está llevando la esperada Revolución
Educativa para dejar atrás a más de 45 años de atrasos y deuda social del
Estado Dominicano con sus habitantes humildes.
Un Ministro de Obras Públicas que está construyendo las más importantes vías
que podrá permitir una interconexión de los principales puntos del país,
acortando distancias y una vía para que se produzca un verdadero mercado
interno de nuestros recursos agrícolas e industrializados, sin dejar de lado el
más preciado de los recursos, el humano.
Siendo así no tengo la menor duda que nos gastaremos el mejor
síndico del país, que será el funcionario municipal que Moca soñó, que hará
posible la realización de las demandas de nuestro municipio y munícipes, porque
posee una real convicción bochista.
El licenciado Andrés Diloné Ovalles, es graduado de esa
escuela, por lo tanto, no es fortuito el respaldo que viene concitando en todos
los sectores de esta localidad mocana, demostrado masivamente en el
polideportivo, con la presencia de un verdadero caudal humano, gritando a todo pulmón
la necesidad que tiene la población, de ser dirigido por un alcalde que reúna
estas condiciones humanas y visión de futuro promisorio para con sus gentes.
Las encuestas lo dicen, los mano a mano los confirman, este
pueblo lo necesita, usted nació allí, por eso conoce muy bien sus realidades,
usted es más que un político, usted es uno de nosotros, el que estamos esperando.
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