Por Roberto Caraballo)
de sabiduría,
de paciencia,
de tolerancia...
De saber ser un verdadero amigo
para quien pueda necesitarme.
Ofrecer mis manos sin condición
para ayudar a todos a llevar,
lo que a solas no pueden.
Estar allí siempre que necesiten ser escuchados.
Mis hombros para cuando quieran llorar,
mis pies para que les acompañen
a donde ellos quieran
y caminemos sin rumbos.
Mis consejos por si pueden reflexionar
y mi amistad incondicional,
sin límite de horario ni de tiempo.
Porque no le quiero para que resuelvan mis problemas
ni para ser una carga para ninguno de ustedes,
ni aprovecharme de sus sentimientos,
ni causarle daño alguno…
Sólo quiero que emprendamos
este camino de la vida llamada amistad
y podamos compartir.
Les espero con los brazos abiertos
y las puertas, no solo de mi casa
sino de mi corazón…
para todos los que desean lo mismo que yo.
¡una hermosa amistad..!
No hay comentarios:
Publicar un comentario