jueves, 30 de enero de 2014

Crisis en valores: un mal que solo será superado en familia

Por: profesor Octavio García
http://elviaducto.net/web/images/thumbnails/images/stories/Personajes/prof%20octavio%20garca-180x252.jpgEl sentimiento agónico al parecer se ha expandido como una epidemia que ha hecho que todos estemos afectados por el mismo virus del cual todos necesitemos los mismos antídotos y las mismas soluciones a fin de lograr el bienestar, la seguridad, la convivencia, el respeto, la armonía y la honradez a que aspiramos como país y como personas.
Claro que esta epidemia al igual que estas necesidades no surgen de la nada, sino que todo tiene un origen, el que no detallaremos porque son del todo conocidos. 
Parafraseando la historia egipcia de las siete vacas flacas podríamos decir que estamos viviendo las siete vacas flacas de la crisis de valores familiares.  La falta de valores éticos y morales en la estructura familiar ha conllevado a no existan padres para hijos ni hijos para padres, dicho en términos mas llanos, no hay nadie para nadie.

Las buenas convivencias con nuestros vecinos hace tiempo que se fueron de vacaciones, ahora solo se observan letreros como ¡cuidado que hay perros! En otras palabras, juntos pero no revueltos.
La identidad como grupo anda en un limbo que ni siquiera en el 28, lugar donde los enfermos mentales solían recibir atenciones; hoy se ve como imposible de que la acepten, porque ni siquiera somos capaces de formar aquel equipo entre vecinos creado para resolver los problemas de la comunidad sin que los intereses salgan a relucir.
Creo que ha llegado la hora de que engordemos nuestras vacas sobre un granero de amor familiar, de humildad y solidaridad. Construyamos una cultura de paz sobre la base de nuestros ancestros a fin de recatar lo que fuimos, lo que somos y poder dar respuestas a lo que mañana seremos, matando el parásito de nuestras desgracias. 
Debemos pensar en familia, hablar en familia, convivir en familia, solo ella rescatará a este país y el mundo de estos flagelos malditos de la ambición desmedida de poder a todos los niveles y en todas las instancias.

El ave fénix del cambio y las transformaciones ha llegado.  La hora de las transformaciones y la de dotar  de las herramientas necesarias a los organismos e instituciones de nuestra sociedad que puedan producir esos cambios y transformaciones a la familia dominicana capaz de crear el antídoto que pueda eliminar esas petes antisociales que nos afectan, está aquí.
Con el presidente Danilo Medina tenemos el arquitecto visionario de nuestro futuro soñado, con el Ministro Carlos Amarante Baret al frente de educación tenemos y con ella Participación Comunitaria trabando en familia y con la familia nuestros sueños no han muerto.  Apoyémoslo..!


Por: profesor Octavio García
El sentimiento agónico al parecer se ha expandido como una epidemia que ha hecho que todos estemos afectados por el mismo virus del cual todos necesitemos los mismos antídotos y las mismas soluciones a fin de lograr el bienestar, la seguridad, la convivencia, el respeto, la armonía y la honradez a que aspiramos como país y como personas.
Claro que esta epidemia al igual que estas necesidades no surgen de la nada, sino que todo tiene un origen, el que no detallaremos porque son del todo conocidos. 
Parafraseando la historia egipcia de las siete vacas flacas podríamos decir que estamos viviendo las siete vacas flacas de la crisis de valores familiares.  La falta de valores éticos y morales en la estructura familiar ha conllevado a no existan padres para hijos ni hijos para padres, dicho en términos mas llanos, no hay nadie para nadie.
Las buenas convivencias con nuestros vecinos hace tiempo que se fueron de vacaciones, ahora solo se observan letreros como ¡cuidado que hay perros! En otras palabras, juntos pero no revueltos.
La identidad como grupo anda en un limbo que ni siquiera en el 28, lugar donde los enfermos mentales solían recibir atenciones; hoy se ve como imposible de que la acepten, porque ni siquiera somos capaces de formar aquel equipo entre vecinos creado para resolver los problemas de la comunidad sin que los intereses salgan a relucir.
Creo que ha llegado la hora de que engordemos nuestras vacas sobre un granero de amor familiar, de humildad y solidaridad. Construyamos una cultura de paz sobre la base de nuestros ancestros a fin de recatar lo que fuimos, lo que somos y poder dar respuestas a lo que mañana seremos, matando el parásito de nuestras desgracias. 
Debemos pensar en familia, hablar en familia, convivir en familia, solo ella rescatará a este país y el mundo de estos flagelos malditos de la ambición desmedida de poder a todos los niveles y en todas las instancias.

El ave fénix del cambio y las transformaciones ha llegado.  La hora de las transformaciones y la de dotar  de las herramientas necesarias a los organismos e instituciones de nuestra sociedad que puedan producir esos cambios y transformaciones a la familia dominicana capaz de crear el antídoto que pueda eliminar esas petes antisociales que nos afectan, está aquí.
Con el presidente Danilo Medina tenemos el arquitecto visionario de nuestro futuro soñado, con el Ministro Carlos Amarante Baret al frente de educación tenemos y con ella Participación Comunitaria trabando en familia y con la familia nuestros sueños no han muerto.  Apoyémoslo..!

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