Por
Mauricio Toribio
Amén de las opiniones diversas sobre
el tema de las renegociaciones del Estado dominicano, encarnado en la figura
del presidente Danilo Medina y la empresa minera de origen canadiense, Barrik
Gold; soy de lo que cree que en verdad se ha hecho lo que nunca se hizo y se ha
dignificado la soberanía nacional.
Aunque no esté del todo satisfecho,
sobre el entendido de que el oro de Pueblo Viejo Cotuí es de nacionalidad
dominicana y por lo tanto nos corresponde a nosotros, considero que un 20% para
la Barrik y un 80% para nosotros, era la más justa de las negociaciones, pero
esto es mejor que nada y muchísimo mejor de lo que teníamos y no es que sea
conformista.
Ahora bien, con esto no quiero ni
pretendo desmeritar al presidente y su equipo negociador que hicieron sus
mejores esfuerzo para revertir un contrato leonino que nos perjudicaba
enormemente, sino todo lo contrario, felicitamos el acuerdo arribado entre
ambas partes, el cual beneficiará la República Dominicana y con ello a cada uno
de los ciudadanos.
Pero lo que más nos alegra, es que
esas renegociaciones las haya hecho el gobierno del presidente Medina, que está
dando muestras de responsabilidad y por lo tanto que de seguro sabrá donde
invertir esos recursos extras, para provecho de todos.
Con estas acciones del gobierno, el
presidente Danilo Medina se sigue encaminando hacia la inmortalidad histórica;
de ser el único mandatario que ha cumplido con lo prometido: de ¨corregir lo
que está mal, continuar lo que esté bien y hacer lo que nunca se hizo¨.
En horas buenas presidente Medina,
con usted llegó el tiempo de dignificar y valorar los pobres de nuestra
maltratada y malograda soberanía. Con
usted llegará el tiempo de las vacas gordas, pero para todos y no para el
grupito de siempre.
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