Por: Julio César Inoa y Mauricio Toribio
La desaparición física del joven
Amelio Silva Cabreja, un día como hoy, 24 de mayo de 1973, no ha impedido que
40 años después, su presencia, su voz y
su accionar revolucionario, claudiquen ante las injusticias sociales que
reclamaba, junto a otros jóvenes valiosos que también sucumbieron por las balas
criminales de los testaferros de los malditos 12 años del presidente Joaquín
Balaguer.
Este joven político, a la sazón, un estudiante y dirigente
estudiantil de gran influencia social en la juventud de entonces, fue vilmente
asesinado por los esbirros de un régimen despiadado que se quiso vestir de
oveja, cuando en realidad era el lobo feroz del remanente de una cruel y
sangrienta dictadura de más de 30 años.
Su lema ¨ni 24 horas fuera del país para dejar las luchas
revolucionarias¨ fue el estímulo acariciado por los lideres revolucionarios que
40 años después y con una situación social y ambiente político diferente, pero con iguales
resultados en perjuicio de los pobres, siguen transitando aquel camino
recorrido que le costara la vida.
Sus detractores, crueles e insensibles; tuvieron que esperar
la última semana de mayo, cuando el país se disponía a celebrar el día de las
madres, precisamente para arrancarle un hijo valioso a las dos madres que el
mas amaba, a la que lo llevó en su vientre por nueve meses y su querida y amada
madre patria: República Dominicana, a la que por coincidencias de la vida, les
escribía un poema cuando fue sorprendido por la muerte en casa de su novia, en
el municipio de Salcedo, de la provincia Hermanas Mirabal.
La cicatriz que provocaron las heridas de tu muerte, aun
siguen entristeciendo y lacerando los rostros de aquellos hombres y mujeres que
siguen siendo vulnerables a las botas del imperialismo, al fuete del látigo
gubernamental, y al yugo de los poderosos; que por su afán de lucro, sometieron
y continúan sometiendo a los humildes de este pueblo, a convivir bajo una
esclavitud social de hambre e indigencias.
Es por tanto que el Núcleo Juvenil ¨Amelio Silva¨, que honra
tu nombre, también se ha dado a la tarea de continuar tu legado, denunciando en
las calles, en un fórum o donde sea que se tenga la oportunidad, los males que
afectan tu querida y amada madre patria, por la cual luchaste y por la cual, un
día como hoy perdiera la vida, en busca de darle una mejor vida a tus hermanos
que te precedieran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario