Se fue
El tiempo maravilloso
Que nos vio crecer,
Ya no hay flores ni espinas, solo queda la inquina
Como fruto de tu proceder,
Ya no somos los niños
Que jugamos y correteamos
Inocentemente por los callejones
Hoy empolvados por la nostalgia,
De tu aroma, de tu ayer
Hoy sólo somos muecas,
Fantasmas ambulantes
Palabras susurrantes
Que gimen al atardecer
Hoy sólo somos sombras
Que penan de tristeza
Anhelando un cometa
Que lejos nos lleve,
A vivir sin tristeza
A soñar nuevamente
A luchar con nuevos bríos
Que, como agua del río
Que corre siempre sin cesar
Con la dulzura del agua dulce y fresca
Que no sueña con el mar.
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