En Toronto, Canadá, se celebra un festival dónde se llena una calle de libros formando un «río de libros», cualquier persona puede tomar un libro, y esto se hace para inculcar el valor de la lectura.
Tiene valor simbólico pero también práctico. Porque un niño o joven solo por ser gratis, escoge uno, lo lee, se entusiasma y consigue el hábito de la lectura. Así ocurre mayormente.
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