Prof. Octavio García
Un péndulo oscuro calla mi corazón.
Truenos de melancolía y ráfagas de
llanto
Fustigan mi espíritu
Nada calma mi sed,
Ni esta ansiedad que tortura mi
cuerpo
Mis manos atadas crucifican mi pecho
No hay verano en mis labios,
Ni primavera ni otoño;
Que enciendan esta loca pasión
Tu imagen fusila mi calma, ¡mi paz..!
De esa búsqueda desesperada de un
olvido
No hay intento, no hay fuerza…
Que puedan apagar tu cáliz de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario