Por Mauricio Toribio


Jael, de unos 18 años aproximadamente, decide no seguir
huyendo y se entrega a la dotación policial del municipio de Jarabacoa, provincial
de La Vega, lugar donde también resultó herido un mayor que acompañaba al
occiso en la operación policial que realizaban en prevención de la delincuencia
Aunque este no niega su participación acompanando a sus compañeros,
señala no haber sido el quien disparara contra los uniformados, acusando a un
tal Avel y otra persona la que no menciono su nombre, de ser los responsables
del asesinato del oficial.
A los actos fúnebres del teniente asesinado por estos jóvenes
de Jarabacoa, contó con la presencia del jefe de la policía, mayor general
Manuel Castro Castillo, altos mando militares, el Gobernador de Espaillat Diloné
Ovalles, familiares, y amigos.
Una vez en el cementerio del municipio de San Victor Moca,
donde residia el oficial, fueron rendido los honores militares correspondientes
a su alta investidura.
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